Blog

  • Importancia del Preámbulo en la Constitución Argentina

    LA CONSTITUCIÓN ARGENTINA

    Introducción y Contexto Histórico

    Propósito: Entender el contexto histórico y la importancia del Preámbulo de la Constitución Argentina.

    1. ¿Qué es el Preámbulo? El Preámbulo es la introducción de la Constitución Argentina. Aunque no es una ley en sí misma, establece los valores y principios sobre los que se construye nuestra nación. Es como una declaración de intenciones de los constituyentes de 1853.
    2. Contexto histórico: La Constitución de 1853 fue sancionada después de años de luchas internas entre las provincias del país. A través de este documento, los representantes de las provincias intentaron crear un país unido y con un orden claro, promoviendo la justicia y la paz interna.

    EL PREÁMBULO DE LA

    CONSTITUCIÓN ARGENTINA

    Texto completo:

    “Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General por voluntad y elección de las provincias que la componen en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina.”

    EXPLICACIÓN DEL PREÁMBULO, FRASE POR FRASE

    ¿QUÉ ES UN PREÁMBULO?

    Un preámbulo es la declaración introductoria que antecede al articulado de la Constitución. Es como el portal de entrada a nuestra casa constitucional, estableciendo los principios, valores y objetivos que orientan todo el texto.

    Comencemos el análisis

    Para entender el preámbulo debemos considerar:

    • Su función declarativa, más que normativa
    • Su valor como guía interpretativa •  Su importancia histórica y simbólica

    ¿SABÍAS QUE?

    La palabra “preámbulo” viene del latín praeambulum, que significa “lo que precede o va delante”. Es importante distinguir entre una declaración (que expresa intenciones o principios) y una ley (que establece normas jurídicamente vinculantes).

    Actividad inicial

    Antes de continuar, lee el preámbulo completo y responde:

    1. ¿Qué palabras o frases te resultan más importantes?
    2. Si tuvieras que explicar el preámbulo en tus propias palabras, ¿cómo lo harías?

    “Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina…”

    “Nos”  (nosotros): Esta primera palabra que nos sitúa frente a los protagonistas: aquellos que tomaron la palabra en nombre del pueblo. Pero,

    ¿QUIÉNES ERAN?

    Los redactores de la Constitución fueron 24 diputados, entre los que destacaron José María Gutiérrez (diputado porteño representante de Entre Ríos) y José Benjamín Gorostiaga (abogado santiagueño). El proceso fue impulsado por Justo José de Urquiza, entonces Jefe de Estado.

    ¿A QUIÉNES REPRESENTABAN?

    Una pregunta clave para analizar es: ¿qué significaba “pueblo” en 1853? Esta palabra, aparentemente inclusiva, tenía en realidad un significado más restrictivo:

    • No incluía a los pueblos indígenas
    • Los esclavos habían sido parcialmente liberados (libertad de vientres)
    • Los gauchos tenían una situación marginal •     Las mujeres no participaban de la vida política

    ¿SABÍAS QUE?

    El concepto de “representación” implica actuar en nombre de otra persona con reconocimiento legal. Es interesante cuestionar la amplitud de esta representación, considerando que existían comunidades con sus propias estructuras de autoridad (como los cacicazgos indígenas) que fueron excluidas del proceso constituyente.

    Para reflexionar en grupo

    • ¿Qué diferencias hay entre el concepto de “pueblo” de 1853 y el actual?
    • ¿Podemos decir que todos estamos representados en la

    Constitución?

    ¿CONSTITUYENTE?

    “…reunidos en Congreso General Constituyente…”

    Esta frase nos indica que estamos ante un momento fundacional. No se trataba de un congreso ordinario, sino de uno con la misión específica de crear las bases del Estado.

    ¿SABÍAS QUE?

    El término “constituyente” implica la creación de algo nuevo desde su fundamento. Significa que el Congreso tenía la facultad específica de establecer las bases del ordenamiento jurídico-político, superando las estructuras coloniales y las divisiones internas posteriores a la independencia.

    Nación y Estado:

    Es importante distinguir entre:

    • Estado: Organización política de una población en un territorio determinado
    • Nación: Conjunto de personas que comparten rasgos culturales e históricos

    ¿SABÍAS QUE?

    La denominación “Argentina” surge como una construcción posterior al Virreinato del Río de La Plata, que abarcaba territorios que posteriormente conformarían otros países como Uruguay, Paraguay y partes de Brasil.

    LAS PROVINCIAS Y SU VOLUNTAD

    “…por voluntad y elección de las provincias que la componen…”

    Esta expresión reconoce el carácter federal de nuestra organización política. Son las provincias las que deciden unirse en una entidad mayor.

    ¿SABÍAS QUE?

    En 1853 existían solo 13 provincias: Catamarca, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Salta, San Juan, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán. Grandes extensiones del sur y algunas regiones del norte aún no estaban incorporadas como provincias.

    La división territorial como mecanismo político

    La organización en provincias no es solo una cuestión geográfica, sino un mecanismo de control y administración política que refleja la tensión constante entre centralización y federalismo.

    Actividad comparativa

    Compara un mapa de Argentina en 1853 con uno actual. Identifica:

    • ¿Qué provincias existían entonces?
    • ¿Qué territorios actuales no estaban incluidos?
    • ¿Cómo se incorporaron esos territorios?

    LOS PACTOS PREEXISTENTES

    “…en cumplimiento de pactos preexistentes…”

    La Constitución no surge de la nada, sino que reconoce acuerdos previos entre las provincias.

    ¿SABÍAS QUE?

    El principal pacto preexistente fue el Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos (1852). Es importante diferenciar entre un pacto (acuerdo entre partes, pudiendo existir diferencias jerárquicas) y un acuerdo (resolución entre entidades de similar poder).

    Los acuerdos fundacionales

    Estos pactos representan el reconocimiento de que la unión nacional no se impuso por la fuerza, sino a través de negociaciones y compromisos mutuos entre las provincias.

    Para investigar

    ¿Qué otros pactos o acuerdos interprovinciales precedieron a la Constitución de 1853? ¿Qué establecían?

    LOS OBJETIVOS

    CONSTITUCIONALES

    El preámbulo enumera seis objetivos fundamentales que justifican la creación de la Constitución:

    1. Constituir la unión nacional

    La expresión “constituir la unión nacional” implica que antes de la Constitución no existía una unión consolidada. El país venía de profundas divisiones entre unitarios y federales, y la Constitución buscaba superar estos enfrentamientos creando un marco común.

    • Afianzar la justicia

    “Afianzar” no es lo mismo que “establecer”. El término sugiere fortalecer algo que ya existe como valor pero que necesita consolidarse como sistema. Este objetivo anticipa la creación del Poder Judicial como órgano especializado y representa un distanciamiento del modelo monárquico al establecer la división de poderes.

    • Consolidar la paz interior

    La inclusión de este objetivo responde al contexto histórico de 1853, caracterizado por disputas entre caudillos, conflictos territoriales internos y tensiones con antiguos poderes coloniales.

    • Proveer a la defensa común

    Este imperativo refleja el principio de unicidad del poder estatal. El Estado requiere el monopolio legítimo de la fuerza y no puede admitir poderes superiores o paralelos en su territorio.

    • Promover el bienestar general

    Es significativo que el texto establezca la obligación de “promover” el bienestar, no de “proveerlo” directamente. Esto implica que el Estado debe fomentar condiciones propicias para el bienestar, no garantizarlo directamente.

    • Asegurar los beneficios de la libertad

    Este objetivo es tan importante que el preámbulo especifica quiénes son sus beneficiarios, como veremos en la siguiente sección.

    LOS BENEFICIARIOS: PARA NOSOTROS Y PARA EL MUNDO

    “…PARA NOSOTROS, PARA

    NUESTRA POSTERIDAD, Y PARA TODOS LOS HOMBRES DEL

    MUNDO QUE QUIERAN HABITAR EN EL SUELO ARGENTINO…”

    Esta frase extraordinaria establece tres categorías de beneficiarios de la libertad:

    1. “Para nosotros”: Los constituyentes y sus contemporáneos
    2. “Para nuestra posteridad”: Las generaciones futuras
    3. “Para todos los hombres del mundo…”: Los inmigrantes

    Esta cláusula refleja una política de puertas abiertas a la inmigración, especialmente europea, y establece un principio de hospitalidad constitucional que concede derechos potenciales a todo extranjero que pise territorio argentino.

    El proyecto inmigratorio

    Este párrafo refleja el proyecto de país que se buscaba construir: una nación que creciera con el aporte de inmigrantes que trajeran consigo las ideas y prácticas de las naciones “civilizadas”.

    Debate grupal

    ¿Qué relación tiene esta parte del preámbulo con la famosa frase “gobernar es poblar” de Juan Bautista Alberdi?

    “…INVOCANDO LA PROTECCIÓN

    DE DIOS, FUENTE DE TODA RAZÓN

    Y JUSTICIA…”

    Esta invocación refleja la tradición judeo-cristiana dominante, pero no implica un Estado confesional; la Constitución garantiza la libertad de culto en su articulado. La referencia a Dios como “fuente de toda razón y justicia” representa la visión de la divinidad como fundamento último de legitimidad moral y política.

    Religión y Estado

    Es interesante analizar la relación Estado-religión en la Argentina del siglo XIX y su evolución hasta la actualidad:

    • ¿Es contradictorio mencionar a Dios y garantizar la libertad de cultos?
    • ¿Qué significa que Dios sea “fuente de toda razón y justicia”?

    LA PROMULGACIÓN

    “…ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina.”

    Con esta frase solemne finaliza el preámbulo, dando paso al articulado constitucional. Los tres verbos utilizados refuerzan el carácter imperativo y fundacional del texto.

    ¿SABÍAS QUE?

    Esta cláusula final afirma el carácter soberano del acto constituyente y establece la denominación definitiva del texto fundamental.

    ACTIVIDADES PARA EL AULA

    En grupos de cuatro alumnos presentarán  (elegir 1 opción).

    1. Preámbulo ilustrado

    Desarrolla una representación visual (dibujo, collage, historieta, REEL, etc) de cada parte del preámbulo, explicando su significado.

    • Estudio comparativo

    Analiza el preámbulo argentino comparándolo con los de otras constituciones (EE.UU., España, México, etc.)

    PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN

    1. Los constituyentes olvidados

    Investiga sobre alguno de los constituyentes menos conocidos: su biografía, ideas y aportes.

    • La ciudadanía digital

    Conecta los principios del preámbulo con el concepto actual de ciudadanía digital: ¿cómo se aplicarían estos valores en el mundo virtual?

    REFLEXION

    1. Reflexión personal ¿Qué valor del Preámbulo consideras más importante hoy en día? ¿Por qué? Escribe una breve reflexión.
    2. ¿De qué manera los valores del Preámbulo pueden aplicarse a tu vida cotidiana hoy?

    CONCLUSIÓN

    Propósito: Reflexionar sobre la importancia del Preámbulo en la construcción de la Nación Argentina.

    El Preámbulo es una parte fundamental de la Constitución, ya que marca los objetivos y principios que guiarán a la nación. Aunque no establece leyes, expresa el deseo de lograr una sociedad más justa, unida y libre para todos. Al comprender estos principios, podemos aplicar sus enseñanzas en nuestra vida diaria y en nuestra participación como ciudadanos.

    Fin de la primera entrega (EJE 1. TEMAS 1 Y 2) del DESARROLLO DE LA PROPUESTA

  • Ciudadanía en la Era Digital: De la Polis a la Red

    EJE 1, TEMA 1: CIUDADANÍA Y PARTICIPACIÓN (DIGITAL)

    Ser ciudadano es mucho más que haber nacido en un lugar determinado. Es formar parte de una comunidad política, con derechos y responsabilidades, en un espacio donde convivimos con otros. A lo largo de la historia, este concepto ha evolucionado enormemente: desde la antigua Grecia, donde solo algunos hombres libres participaban de la vida pública, hasta nuestras sociedades actuales, donde la ciudadanía se extiende a través de cables de fibra óptica y conexiones inalámbricas.

    En este texto, exploraremos el viaje del concepto de ciudadanía desde sus orígenes hasta su expresión digital contemporánea.

    La palabra “ciudadano” viene de “ciudad”, y no es casualidad. En la antigua Grecia, ser ciudadano significaba participar en los asuntos de la polis (ciudad-estado). No todos tenían este privilegio: las mujeres, los esclavos y los extranjeros quedaban excluidos. Un ciudadano debía ser:

    • Libre: No estar sometido a la voluntad de otro
    • Educado: Capaz de deliberar sobre asuntos públicos •           Participativo: Comprometido con los asuntos comunes.

    Durante siglos, estas ideas básicas se mantuvieron, aunque fueron cambiando quiénes podían acceder a la condición de ciudadano. La Revolución Francesa y la Independencia de Estados Unidos marcaron hitos importantes, proclamando que los derechos no eran privilegios de unos pocos sino condiciones inherentes a todos los seres humanos.

    En Argentina, el preámbulo de la Constitución establece que sus beneficios se extienden “a todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”, ampliando significativamente la noción de quién puede ser ciudadano.

    El Estado moderno: territorio, población y poder

    Para entender la ciudadanía, debemos comprender qué es un Estado. Un Estado moderno se compone de:

    • Población: Los ciudadanos que lo integran
    • Territorio: El espacio geográfico donde ejerce su autoridad
    • Gobierno: La estructura política que administra el poder
    • Soberanía: La capacidad de tomar decisiones sin intervención externa

    El sociólogo alemán Max Weber definió al Estado como “aquella comunidad humana que, dentro de un determinado territorio, reclama para sí (con éxito) el monopolio de la violencia física legítima”.

    Esta definición puede sonar intimidante, pero simplemente significa que el Estado es la única entidad que puede establecer reglas obligatorias y hacerlas cumplir en un territorio, y que la mayoría de las personas acepta ese poder como válido.

    Legitimidad y legalidad: dos caras de la autoridad

    Weber nos ayuda a entender dos conceptos fundamentales:

    • Legal: Algo que cumple con las leyes escritas.
    • Legítimo: Algo que la sociedad reconoce como justo y aceptable.

    No todo lo legal es legítimo. Por ejemplo, una ley puede estar correctamente aprobada (legal) pero ser considerada injusta por la mayoría de la población (ilegítima). Y a la inversa, hay acciones que pueden no estar contempladas en la ley pero que la sociedad considera justas.

    El poder del Estado funciona mejor cuando sus decisiones son tanto legales como legítimas.

    La racionalización de la vida social

    Otro concepto importante de Weber es la “racionalización”. Según él, las sociedades modernas tienden a organizar cada vez más aspectos de la vida siguiendo principios lógicos y sistemáticos. Pensemos en cómo funcionaba una ciudad medieval comparada con una ciudad actual:

    • Antes: Calles irregulares, sin numeración, sin servicios

    centralizados

    • Ahora: Calles planificadas, direcciones precisas, sistemas de agua, electricidad, internet

    Esta organización racional no es casualidad, sino el resultado de la creciente complejidad social. Las sociedades con millones de habitantes necesitan sistemas más ordenados para funcionar.

    El salto a la ciudadanía digital

    Hoy vivimos en un punto de inflexión histórico. Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) han creado nuevos espacios donde ejercemos nuestra ciudadanía:

    • Realizamos trámites sin ir a una oficina física
    • Participamos en debates públicos desde nuestras casas
    • Firmamos peticiones que influyen en decisiones políticas
    • Nos informamos a través de múltiples canales
    • Denunciamos irregularidades con un clic

    Este proceso es una extensión natural de la racionalización descrita por Weber. Las TIC permiten organizar procesos sociales de manera más eficiente, rápida y a mayor escala.

    ¿Qué significa ser un ciudadano digital?

    Un ciudadano digital es aquel que:

    1. Ejerce derechos en entornos virtuales: Libertad de expresión, acceso a la información, privacidad
    2. Cumple responsabilidades online: Respeto a los demás,

    verificación de información antes de compartirla, uso ético de la tecnología

    • Participa activamente: Contribuye a discusiones constructivas, apoya causas relevantes, ayuda a crear una internet mejor
    • Desarrolla competencias digitales: Sabe navegar, evaluar información, proteger sus datos, comunicarse efectivamente

    La ciudadanía digital no reemplaza a la tradicional, sino que la complementa y expande. Somos ciudadanos las 24 horas, tanto cuando caminamos por la calle como cuando navegamos por internet.

    Desafíos de la ciudadanía digital

    Este nuevo escenario plantea importantes desafíos:

    • Brecha digital: No todos tienen el mismo acceso a tecnología y conocimientos
    • Privacidad vs. seguridad: ¿Cuánta información personal estamos dispuestos a ceder?
    • Desinformación: La facilidad para crear y difundir contenidos falsos
    • Ciberacoso: Nuevas formas de violencia que requieren

    respuestas

    • Dependencia tecnológica: ¿Podemos ser ciudadanos efectivos sin conexión?

    Conclusión: hacia una ciudadanía integral

    El camino desde la antigua polis griega hasta la ciudadanía digital actual muestra cómo el concepto se ha adaptado a las transformaciones sociales. Hoy, ser ciudadano significa actuar responsablemente tanto en espacios físicos como virtuales.

    La tecnología por sí sola no hace mejores ciudadanos. Lo que importa es cómo la usamos para fortalecer nuestros vínculos comunitarios, defender nuestros derechos y cumplir nuestras responsabilidades.

    El desafío es construir una ciudadanía integral que aproveche lo mejor de ambos mundos: los valores permanentes de la convivencia democrática y las nuevas posibilidades que ofrece la revolución digital.

    GLOSARIO

    Brecha digital: Desigualdad entre quienes tienen acceso efectivo a tecnologías digitales y quienes no.

    Ciudadanía: Condición que reconoce a una persona derechos políticos y sociales que le permiten intervenir en la política de un país.

    Ciudadanía digital: Conjunto de derechos y deberes de los individuos que se ejercen a través de internet y los espacios virtuales.

    Desinformación: Difusión deliberada de información falsa o engañosa con la intención de confundir o manipular.

    Estado: Organización política de un país que ejerce el poder soberano sobre un territorio determinado y su población.

    Huella digital: Rastro que dejamos en internet a través de nuestras actividades, comentarios, publicaciones y datos compartidos.

    Legitimidad: Reconocimiento social de que un poder, institución o norma es justa y aceptable.

    Legalidad: Cualidad de lo que está conforme a las leyes establecidas.

    Monopolio: Control exclusivo de algo. En el caso del Estado, control exclusivo del uso de la fuerza.

    Polis: Ciudad-estado de la antigua Grecia, considerada la primera forma de democracia.

    Racionalización: Proceso por el cual las actividades sociales se organizan según principios de eficiencia, previsibilidad y control.

    Soberanía: Poder político supremo de un Estado para tomar decisiones sin depender de otros poderes.

    TIC: Tecnologías de la Información y la Comunicación. Conjunto de recursos y herramientas tecnológicas que permiten el acceso, producción y comunicación de información.